Tras el ataque cardíaco, podría haber renunciado a vivir y deprimirme pensando que no me quedaba nada por lo que vivir. Podría haberme sumergido en mis pensamientos de que mi mundo estaba llegando a su fin porque mi corazón no estaba sano. Podría haberme dicho a mí misma que no podía hacer nada porque no podía proteger mi corazón.
En cambio, decidí buscar el lado bueno de mi experiencia. Mientras estaba en la unidad de cuidados intensivos, elegí tener una visión positiva de la vida.
Acá podés observar las seis acciones que realicé para volver a ser positiva después del infarto.
Me hacía muchísimas preguntas mientras recibía tratamiento en el hospital, sabía que probablemente otras personas en mi misma situación también se las harían, así que quería documentar lo que me estaba sucediendo para ayudar a otros.
Decidí comenzar un blog para dar a conocer mi historia. Esperaba que animase a otras personas a cuidar mejor de su cuerpo, y que me ayude a cuidar mejor del mío por la salud de mi corazón.
¿No tenés ganas de compartir tu historia con el mundo? ¿No querés tener el estrés del compromiso? Comprate un diario y contá lo que querés, mucho o poco, sobre tu experiencia.
Escribir tus pensamientos y sentimientos puede ayudarte a sobrellevar y procesar un episodio tan estresante como un infarto.
La depresión es frecuente después de sufrir un infarto. Tenía la culpa del superviviente y me preguntaba por qué vivía cuando tantas otras personas morían. Le expresé estos pensamientos al cardiólogo unos meses después de padecer el ataque al corazón y me sugirió que fuera a un psicoterapeuta.
La depresión tiene altibajos y la psicoterapia me ayudó a controlar mis síntomas y superar el pensamiento negativo.
Mi psicoterapeuta es excelente escuchando y me ayuda a modelar mis pensamientos y cambiar mis comportamientos. Ella me ayudó a darme cuenta de que estoy acá por una razón, que tenía que valorar la vida y disfrutar de cada minuto. Ahora tengo las herramientas para disfrutar de un pensamiento más positivo cuando me siento deprimida.
No todo el mundo necesita ir a un psicoterapeuta, pero es importante buscar ayuda si tenés depresión. Yo voy cada tres o cuatro semanas y es una fuente constante de apoyo para mantenerme positiva.
De chica me encantaban los corazones y las cosas con forma de corazón. ¡Mi habitación estaba decorada con almohadones con forma de corazón, un acolchado con corazones y la pared pintada de corazones!
Esta pasión volvió después de sufrir el infarto. Ahora, empecé a coleccionar cosas con forma de corazón de nuevo. Compro adornos, almohadones, ropa (mi favorita), alfombras y joyas con corazones.
Rodearme de este símbolo me recuerda la suerte que tengo de estar viva. Me han dado una segunda oportunidad en la vida y doy gracias por eso cada día.
Pego frases en las paredes con mensajes que me recuerdan lo afortunada que soy. Leer estas frases me anima cada vez que me deprimo.
¡Hasta se sabe que tengo un mensaje inspirador como contraseña en la computadora del trabajo! Escribirlo a primera hora de la mañana es una excelente manera de comenzar el día.
Mi médico me dijo que tenía que relajarme y deshacerme del estrés de mi vida por mi corazón. Para mí, eso significaba aprender a ser paciente.
Ya no me enojo ni me estreso cuando estoy en un embotellamiento (que por cierto es muy a menudo). La demora en la ruta podría deberse a un accidente y eso podría significar que el día de otra persona es mucho peor que el mío.
En lugar de ello, doy gracias y rezo una oración.
Incluso intento no perder la paciencia en la larga cola del supermercado. Puede que esté esperando porque alguien está utilizando cupones de descuento de compra.
Nunca se sabe la situación que puede estar pasando otra persona, así que tratá de ser paciente. Me recuerdo a mí misma que tengo la fortuna de estar viva.
Cambiar mi forma de pensar, me ayudó a ser mucho más paciente después del ataque cardíaco. Mi nivel de estrés bajó enormemente.
Soy voluntaria en la American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón). Me gusta colaborar con una organización que ayuda a otras personas con cardiopatías.
Todos los años desde que sufrí el infarto, trabajé incansablemente para recaudar dinero para la caminata cardíaca local de esta asociación en mi zona. Este año recaudé más de 5000 dólares de amigos, compañeros de trabajo, familiares y colegas.
Sé voluntario en favor de cualquier causa que sea importante para vos, te vas a sentir bien haciendo algo por tu comunidad y eso puede ayudarte a ser más positivo.
El infarto me dio una visión completamente nueva de la vida.
Siento una nueva compasión por las personas y, en general, soy mejor persona.
Ser más positiva me hace sentir genial, incluso en los días malos.
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Este contenido fue publicado originalmente por Teva en el sitio web Life Effects.